El Castillo de Luque o castillo de Venceire ha abierto sus puertas al público gracias a los trabajos de rehabilitación realizados, siguiendo el proyecto del arquitecto luqueño Juan Jiménez Povedano. En la inauguración, que contó con la presencia de la Subdelegada del Gobierno, Ana María López Losilla, el presidente de la Diputación Provincial, Salvador Fuentes, el presidente de la Mancomunidad de la Subbética, Juan Ramón Valdivia, y el alcalde de Luque, Francisco Javier Ordóñez León, entre otras autoridades, se destacaba el impulso que la apertura del Castillo supondrá para el patrimonio y la economía del municipio.
Cerrado durante siglos, ha contado con los fondos del 2% cultural del Gobierno de España y el "apoyo" de la Diputación de Córdoba para su apertura al público. Las obras han contado con un presupuesto total de 917.322,05 euros, procedentes en su mayor parte del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana y el Ayuntamiento de Luque.
La diputada en Cortes del PSOE, Rafi Crespín, destacaba la apuesta del Gobierno de España por este proyecto y los fondos llegados por el 2% cultural para su rehabilitación, recursos que han supuesto casi el 75% del montante total que han logrado devolver el esplendor a esta antigua fortaleza romana cuyo origen se remonta al siglo IX, gracias a una aportación de 664.000 euros.
Por su parte, Salvador Fuentes señaló que "la Diputación está trabajando en la puesta en marcha de un plan para poner en valor los castillos de la provincia, con rutas que ayudarán al turista a visitar localidades emblemáticas".
Córdoba es la segunda provincia española con más castillos. La Asociación de Amigos de los Castillos de España contabiliza 76, de los cuales 33 son visitables.
EL CASTILLO
El castillo de Luque, ubicado sobre la base de una antigua fortaleza romana, parece tener su origen en las postrimerías del Emirato Omeya (S. IX).
A finales del siglo IX fue conquistado por el rebelde muladí Omar Ben Hafsun y su aliado Ibn Mastana, los cuales lo fortificaron y lo convirtieron en el centro de sus operaciones. Jugó un papel importante en la lucha entre el rey Lobo de Murcia y los Almohades, pues fue en su término donde se celebró la batalla del río Lukk, en el que comenzaría el declive de Mardanish, rey de la taifa murciana.
Fernando III el Santo lo conquistó en 1240 y lo convirtió en plaza fuerte contra el poder de la media luna, ya que se mantuvo en territorio fronterizo más de cien años. Los restos que hoy se conservan son principalmente del siglo XIII.
Se trata de un castillo roquero, infranqueable por tres de sus lados, que consta de dos grandes torreones y tres lienzos de murallas que defienden el acceso a su interior por medio de una entrada recodo y una puerta que en su día fue levadiza. Está construido con mampuesto y sillarejos.
