CABRA: Un centenar de niños han disfrutado de la tercera edición del taller "Verano en el Museo"
Para el desarrollo de las diferentes actividades, se han puesto en valor las tres salas de interpretación con las que cuenta el MAC: la sala de Pintura rupestre, la umba principesca íbera y el Mitreo romano.
Tras dos semanas en el Museo Arqueológico de Cabra, alrededor de 100 participantes (entre 6 y 12 años) han podido disfrutar y descubrir instrumentos, danzas y ritos relacionados con nuestro pasado.
Con este proyecto, que este verano ha cumplido su tercera edición, se consigue cada año que el museo tenga en la infancia actual su apuesta de futuro, con niños que se acercan a la colección del Patrimonio local desde una perspectiva educativa, participativa y manipulativa.
Para el desarrollo de las diferentes actividades, se han puesto en valor las tres salas de interpretación con las que cuenta el MAC: la sala de Pintura rupestre, la umba principesca íbera y el Mitreo romano.
En las sesiones han descubierto los primeros instrumentos musicales, la mitología relacionada con los mismos y han practicado con ellos, pudiendo fabricar alguno de percusión y de viento con cañas, como en la Prehistoria, metalófonos orientalizantes y una lira íbera. Este último instrumento, realizado en cartón y cuerdas de goma tensadas, se ha comparado con iconografía cerámica y van a poder disfrutarla y manipularla en casa este verano.
Por último, y correspondiendo al período romano, se ha indagado en las religiones isíaca y mitraica: Isis les ha llevado a conocer su historia y sus atributos, entre ellos un instrumento musical llamado "Sistro" que han podido tocar de camino al templo mitraico, donde ha terminado la sesión entre un banquete romano reconfortante, cánticos y acercamiento a la astronomía.
Como rituales, han identificado celebraciones de consagración de la cueva prehistórica, danzas de guerra (con un referente "de moda" como es el ancestral Haka), un fandango de Alosno (o "fandango parao" de Huelva) como encuentro amistoso entre pueblos íberos, y un banquete romano para terminar en el mitreo.
Este año se ha contado además con la presentación de la pieza del mes, pudiendo los pequeños curiosear en las labores de conservación que se están realizando en el Museo. Una oportunidad única para conocer el Museo y participar de él en todas sus perspectivas, y en definitiva, unas jornadas cargadas de cultura, actividades y diversión, que cada año tienen más repercusión y demanda.