CABRA: La Junta reconoce al Instituto Aguilar y Eslava como Instituto Histórico Educativo
El centro fue fundado en 1679 y por sus aulas han pasado personalidades ilustres como el marino Dionisio Alcalá Galiano, Martín Belda y Mencía del Barrio, Blas Infante; Niceto Alcalá Zamora, presidente de la República; o el poeta Pedro Garfias.
La Consejería de Educación ha reconocido a 17 centros, entre los que figura el Instituto Aguilar y Eslava de Cabra, como Institutos Históricos Educativos de Andalucía por desarrollar en sus proyectos educativos actuaciones y medidas relacionadas con el uso didáctico de la historia educativa del centro y los elementos patrimoniales ligados a la misma. Creados en el siglo XIX o en la primera mitad del XX, son sucesores además de los antiguos institutos provinciales de Enseñanza Secundaria o herederos de instituciones educativas.
UN POCO DE HISTORIA
El IES "Aguilar y Eslava" imparte enseñanzas de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y ciclos formativos de Formación Profesional e incluye entre sus instalaciones el Museo Aguilar y Eslava, que muestra las colecciones sobre Historia Natural y los fondos histórico-artísticos de la fundación del mismo nombre, titular de las instalaciones.
El centro fue fundado en 1679, a la muerte del presbítero egabrense Luis de Aguilar y Eslava, que legó en su herencia fondos para crear un colegio bajo la advocación de la Purísima Concepción. En 1685, se obtiene la autorización real de Carlos II y unos años más tarde, en 1692, comienza su actividad académica con el nombre de Real Colegio de la Purísima Concepción. Un siglo más tarde se fusiona con las Escuelas Pías. Estuvo adscrito a las universidades de Granada y Sevilla y en 1847, se transformó en Instituto de Segunda Enseñanza mediante una Real Orden de Isabel II, convirtiéndose definitivamente en uno de los primeros institutos públicos de España. En 1877, fue declarado Instituto Provincial por Alfonso XII, incorporando los colegios de los pueblos limítrofes.
En 1912 pasó a denominarse Instituto de Aguilar y Eslava, consiguieron en los años siguientes una etapa de esplendor. En 1922, el ministro de Instrucción Pública, Tomás Montejo y Rica, visitó el centro y declaró que el Instituto de Cabra era “uno de los primeros, si no el primero de España”.
En 1932, el presidente de la II República Española, Niceto Alcalá-Zamora giró visita al Instituto junto al ministro de Educación, Fernando de los Ríos, con ocasión de la inauguración del curso escolar. El periodo posterior a la Guerra Civil supuso otra época relevante para esta institución, llegando a convertirse a finales de los sesenta en el principal centro de enseñanza del sur de Córdoba, pues de él dependían 7 secciones delegadas, 4 colegios libres adoptados y 3 colegios reconocidos.
INSTALACIONES
Una parte del Instituto ocupa desde sus inicios la Casa Grande, una casa-palacio del siglo XVII a la que se adosaron posteriormente otros edificios. En el edificio actual destaca su portada, obra de Luis González Bailén, fechada en 1613 y realizada en mármol rojo y negro. En 1694 se añadió una hornacina con una imagen de la Inmaculada Concepción, patrona del Real Colegio, desde su fundación.
La fachada principal del Instituto se abre a una pequeña plaza que recibe el mismo nombre del centro, proyectada por el arquitecto Luis Berges Martínez en 1933. En su centro, se levanta un monumento con un busto de piedra del fundador, obra del escultor egabrense Antonio Maíz Castro.
Dentro del edificio destaca un armonioso patio claustral porticado, con doble arcada sobre columnas toscanas. Se le denomina “Patio de Cristales” por estar cubierto por una montera de vidriería, obra de los Talleres Maumejean de Madrid, fechada en 1930. Alrededor de este patio, que se utiliza tradicionalmente para distintos actos académicos y culturales, se encuentran la Dirección, la Secretaría, la Biblioteca, los laboratorios de Física y Química y algunas aulas.
El anexo Museo Aguilar y Eslava conserva muchos de los elementos de mayor valor cultural e histórico: cuadros, grabados o colecciones de material didáctico de finales del siglo XIX y la Biblioteca contiene más de 8000 volúmenes fechados a partir de 1501.
En sus más de 300 años de historia, son muchas las personalidades ilustres vinculadas a este centro educativo, ya sea como alumnos, profesores o benefactores. Entre los alumnos que han pasado por sus aulas encontramos a Dionisio Alcalá Galiano, (1760–1805), destacado marino, militar y científico español; Martín Belda y Mencía del Barrio, (1820-1882), primer marqués de Cabra y político al servicio de Isabel II de España que fue presidente del Congreso, ministro de Marina y gobernador del Banco de España; Blas Infante, (1885-1936), padre de la patria andaluza; Niceto Alcalá Zamora, primer presidente de la Segunda República española (1931-36); Pedro Garfias, (1901-1967), poeta español perteneciente a la Generación del 27 o políticos como José Calvo Poyato, destacado andalucista, escritor y alcalde de Cabra entre 1996 y 2003 o Carmen Calvo Poyato, consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, ministra de Cultura del gobierno de España y vicepresidenta del Congreso de los Diputados.
El reconocimiento como Instituto Histórico Educativo de Andalucía persigue, entre otros objetivos, concienciar al alumnado del importante papel que ha desempeñado la educación en la historia de Andalucía y, en especial, la escuela pública; facilitar la utilización de este legado como recurso didáctico; fomentar la realización de actividades de carácter científico y educativo, o promover la investigación de la historia educativa del centro.
Estos centros poseen una rica memoria depositada en la trayectoria pedagógica o personal de quienes formaron parte de su comunidad educativa y en los fondos y recursos vinculados a su historia como institución docente. Tanto esta trayectoria como el patrimonio forman parte de su identidad organizativa, pedagógica y educativa y, por tanto, contribuyen a forjar una parte de la historia de Andalucia.
Por su parte, la Consejería ha creado la Red de Institutos Históricos Educativos de Andalucía, un espacio donde sus integrantes puedan reflexionar sobre su aportación al sistema educativo y compartir recursos, experiencias e iniciativas innovadoras.