Las plantas de hospitalización COVID-19 en el hospital Infanta Margarita de Cabra se han reducido de tres a solo una en apenas dos semanas
El progresivo descenso de nuevos contagios de las últimas semanas y la paulatina mejoría de los pacientes ingresados, derivados al alta domiciliaria, ha permitido que el Hospital Infanta Margarita de Cabra pueda reducir ya a solo una las plantas ocupadas por pacientes con patologías derivadas de la infección por COVID-19
La caída de la incidencia en el conjunto del sur de la provincia ha propiciado así que dos de las tres plantas de hospitalización dedicadas hace dos semanas a este tipo de pacientes hayan podido ser devueltas a su anterior uso tras la oportuna desinfección integral de las mismas.
El Hospital Comarcal Infanta Margarita de Cabra ha llegado a atender durante el pico de esta segunda ola de contagios a casi 90 pacientes contagiados por el coronavirus SARS-CoV-2 de forma simultánea. A finales de noviembre se inicio el descenso del número de camas que permitió liberar primera la planta quinta, y ahora se hace lo propia con la sexta, lo que indica que en estos momentos el número de pacientes ingresados se sitúa ya por debajo de los 30.
Aunque el Área de Gestión no ofrece datos sobre la zona UCI, fuentes bien informadas han señalado a este periódico que también en este caso se ha reducido la presión asistencial, sin que se haya sido necesario activar las medidas extraordinarias de extensión de servicios previstas en los niveles 3 y 4 del Plan de Contingencia, en el que se incluía la entrada en funcionamiento de una segunda zona UCI habilitada en la sala de fisioterapia del complejo hospitalario, que ha sido trasladada a instalaciones cedidas por el Ayuntamiento de Cabra.
Pese a esta tendencia positiva, desde el Área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba se señala que permanece activo el Plan de Contingencia, que prevé espacios y recursos suficientes para hacer frente a un posible escenario de repunte de la demanda asistencial a causa de la pandemia, por lo que apelan, ahora más que nunca, a la "responsabilidad" y "prudencia" y a no bajar la guardia para que la situación de las últimas semanas de noviembre no se repita.