Más de 200 vecinos del entorno de Los Llanos de Don Juan protestan por una ola de robos que no cesa
Viven con miedo. A las 37 viviendas asaltadas desde agosto se suma en los últimos días el robo en talleres de vehículos y maquinaria. Incluso se ha dado el caso de una pareja de novios que contrató vigilancia privada por temor a que su casa fuese atracada durante la boda.
Más de 200 vecinos de las pedanías de Los Llanos de don Juan, Zambra, El Nacimiento, Gaena y diseminados como La Tajea, Arroyuelos o Las Erillas, pertenecientes a los municipios de Rute, Cabra y Lucena, han salido esta tarde por segunda vez a la calle para mostrar su indignación por la ola indiscriminada de robos que sufre la zona.
Cansados de promesas y temerosos de ser los siguientes o de que la escalada de asaltos que viven desde el pasado mes de agosto pueda derivar en tragedia. Es el estado en el que se encuentran los vecinos que hoy han vuelto a manifestarse públicamente para demandar soluciones tras una pancarta con el mensaje "Queremos vivir tranquilos".
Según Juan José Bujalance, portavoz vecinal, la mayor vigilancia de policía local y Guardia Civil en las últimas semanas no se ha traducido en un descenso del número de robos. Y es que a las 37 viviendas asaltadas en los últimos meses se suma en los últimos días la entrada en talleres de vehículos y maquinaria agrícola.
Ni la reciente reunión en Los Llanos con el Subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, ni la detención de dos personas identificadas como presuntos autores de alguno de estos robos, han contribuido a llevar la calma a los vecinos de la zona, en la que existen unas 300 viviendas rurales.
“Saben si sales de tu casa, si te vas de vacaciones... tienen su idea de lo que está pasando”, señala Antonio Montes, un vecino al que ya han robado en dos ocasiones, que reconoce que hay "verdadero miedo a salir de casa".
"Tienen que ser de aquí o estar asesorados por alguien de la zona, basta con salir a la calle para que entren en tu casa", señala otro vecino. Los ladrones ni siquiera hacen ascos a entrar en viviendas habitadas. "Entraron por una puerta situada a escasos cinco metros de donde dormía", manifiesta Lorenzo Montes, propietario de un taller y concesionario de tractores del que hace unos días se llevaron un coche y maquinaria de diagnosis de averías de alto valor. Incluso se ha dado el caso de una pareja de novios que contrató vigilancia privada para proteger su vivienda durante la boda por temor a que fuese atracada. Para Francisco Toro, pedáneo de Los Llanos “es una situación insoportable, vienen a tiro fijo, en cuanto sales un momento”.
Al robo de dinero, joyas, recuerdos familiares o maquinaria agrícola, se suman los destrozos. "Entran en un momento, rompiendo todo lo que encuentran y te desvalijan la casa o la cochera en cuestión de minutos", asevera Antonio Montes. Hoy han vuelto a elevar su voz para exigir más efectividad policial "para poder dormir tranquilos y sin pensar que esta noche puede tocarnos a cualquiera de nosotros".