LUCENA

La comunidad de Carmelitas Descalzas de Lucena anuncia el cierre de su convento tras más de cuatro siglos de permanencia en nuestra ciudad

Convento de las Carmelitas Descalzas en Lucena. Foto: JMG

Una carta fijada con chinchetas por la actual priora, Magdalena de San Juan de la Cruz, en el panel informativo de entrada al Monasterio de San José, en la avenida de Santa Teresa, ha confirmado hoy “con mucho dolor y gran tristeza” la inminente despedida de Lucena de la comunidad de clausura de Carmelitas Descalzas, unida a nuestra ciudad desde hace 412 años. 

La noticia ha causado sorpresa, pese a ser conocidas desde hace tiempo las dificultades para subsistir de la comunidad debido a la falta de vocaciones.

El fallecimiento el pasado año de la madre Adriana de Jesús Crucificado –que mantenía desde hace unos años un fluido contacto con el Papa Francisco– redujo la congregación en Lucena, reforzada hace 25 años, a solo cuatro hermanas, por debajo de las cinco que marca la normativa religiosa, pero el papel del Papa Francisco, que otorgó un estado jurídico excepcional a la comunidad, y el apoyo del Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, permitió la continuidad del convento.

Sin embargo, la reciente salida de otra de las monjas de la congregación ha sido ya insuperable. Con solo tres hermanas, la comunidad es inviable. Ayer se lo anunciaron al Obispado y hoy han hecho público al pueblo de Lucena que próximamente dejarán nuestra ciudad para reforzar El Carmelo de Cabrera, en la Diócesis de Salamanca, donde han sido solicitadas para reformar ese convento.

Aseguran las hermanas en su escrito que "hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano para que este Carmelo de 412 años de presencia en Lucena y 421 de fundación, pues fue fundado en Cabra el 23 de diciembre de 1603 y trasladado a Lucena en 1612, permaneciera".

"Nos habría encantado atrasar un poco más esta decisión, pero no hemos podido. Vamos gozosas a nuestra nueva misión, pero con la tristeza de dejar un lugar tan amado, por lo que comenzaremos a gestionar el cierre de este Monasterio de Carmelitas Descalzas", concluyen su comunicado, en el que recuerdan episodios felices de su presencia reciente en la ciudad, como su vinculación con la Virgen de Araceli, para la que tejieron el manto blanco de la Coronación Canónica, la cesión a la parroquia de Santiago –donde actualmente recibe culto y es procesionada– de la imagen de Santa Teresa de Jesús, en 2006 o del Santo Cristo de la Misericordia a la Venerable Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno.

Queda por determinar ahora cuándo y cómo se materializará la despedida de esta comunidad religiosa históricamente vinculada a la ciudad y cuál será el futuro del actual convento, al que las religiosas se trasladaron en 1966, tras una dilatada presencia en el centro de la ciudad, a escasos metros de la Plaza Nueva y San Mateo.