EDUCACIÓN

LUCENA: Educación estudia trasladar provisionalmente a Córdoba o al complejo de Los Santos las prácticas del Ciclo de Cocina del IES Juan de Aréjula

Edificio municipal sede de la Escuela de Idiomas y el ciclo de cocina del IES Juan de Aréjula

El alcalde de Lucena, Juan Pérez, da por hecho que es muy difícil que el alumnos de estos dos centros educativos pueda volver a sus aulas antes del inicio del nuevo curso.

Trasladar las clases prácticas a las cocinas del IES Gran Capitán, en la capital cordobesa, o habilitar un espacio adecuado en las del complejo educativo de Los Santos, donde aún persiste la Residencia Escolar Miguel Álvarez de Sotomayor, son las dos alternativas sobre las que trabaja la Delegación Territorial de Educación de la Junta de Andalucía para los alumnos del Ciclo Medio de Cocina del IES Juan de Aréjula, tras mantenerse de forma indefinida hasta la ejecución de las obras pertinentes la clausura de las plantas primera y segunda del edificio que ocupaban la Escuela Oficial de Idiomas y dicho ciclo formativo.

Así lo ha confirmado en la mañana de hoy el delegado territorial de Educación, Antonio José López, en su visita a Lucena.

Menos problemas van a tener los alumnos de la Escuela Oficial de Idiomas que ya han sido acoplados en las aulas del IES Marqués de Comares.

Aunque el delegado territorial se mostró remiso a determinar si esta decisión será para unas semanas o par el resto del curso lectivo, el alcalde de Lucena, Juan Pérez, daba por hecho que es muy difícil que el alumnos de estos dos centros educativos pueda volver a sus aulas antes del inicio del nuevo curso. Y es que ayuntamiento y delegación provincial siguen esperando un informe definitivo sobre el calado de la intervención que será necesario ejecutar en el edificio, y, en función de ello, a quién le toca pagarla.

Hoy, Juan Pérez indicaba que el edificio es municipal, aunque en virtud del acuerdo de cesión del mismo a la Consejería de Educación es esta la que se hace cargo de reparaciones y mantenimiento. Sin embargo, dado que los daños parece que irán más allá de una mera reparación y pueden adquirir la consideración de estructurales, podría corresponder al consistorio hacer frente a la mayor parte del coste de las obras.

Así las cosas, y teniendo en cuenta la necesidad de elaborar un proyecto de actuación, licitarlo, adjudicar los trabajos y ejecutarlos, parece cuando menos arriesgado pensar que el alumnado pueda volver a las aulas en las que empezaron el curso.

El delegado territorial de Educación, Antonio José López, ha vuelto a reiterar hoy que, por encima de todo, está garantizar la seguridad de los alumnos y profesorado, algo que no podía hacerse en un edificio con humedades, goteras y desprendimientos tanto exteriores como interiores.