LUCENA: Licitada en 46.280 euros más IVA la construcción de la nueva cubierta de protección del yacimiento de la Cueva del Ángel
Las obras cuentan con un plazo de ejecución de 4 meses y su licitación viene a coincidir con el inicio de los trabajos en el yacimiento romano de Los Tejares.
El ayuntamiento de Lucena ha sacado a licitación el proyecto de obras de sustitución de la cobertera externa del yacimiento arqueológico de la Cueva y Sima del Ángel. El proyecto, redactado por el ingeniero técnico Manuel Carlos López Berdún, cuenta con un precio de licitación de 46.280 euros más IVA y un plazo de ejecución cifrado en 4 meses e incluye tanto la demolición de la estructura metálica existente en la actualidad como la construcción de una nueva cubierta autoportante que deberá cubrir la totalidad del yacimiento arqueológico exterior, sobre la falda sur de la Sierra de Aras.
La superficie a cubrir es de 16 x 15 metros, con un total de 240 m² de superficie. El proyecto contará con una cimentación superficial –y por tanto reversible– sobre roca existente y sin alterar el entorno, asentándose sobre un firme de lajas de caliza.
La estructura de la nueva cubierta estará cubierta por un muro de hormigón armado de 30 centímetros de espesor sobre el que irán placas de anclaje para apoyo de cubierta autoportante trapezoidal de panel "sándwich" que mejorará la temperatura y aireación del yacimiento para facilitar el acceso al mismo y el trabajo en su interior durante el periódo estival. Toda esta estructura de cubierta será atornillada y completamente desmontable y se pintará exteriormente en varios tonos de color verde para garantizar un mínimo impacto ambiental.
La construcción de esta nueva estructura de protección del yacimiento exterior de la Cueva del Ángel era uno de los principales escollos para proseguir con las excavaciones y estudio de esta parte del yacimiento, toda vez que la cubierta actual –realizada con chapa de hierro hace 19 años como actuación de urgencia para proteger el yacimiento de expolios– propiciaba altísimas temperaturas en el interior de la misma. El propio proyecto indica que su estado de conservación es "muy malo, encontrándose en ruina", lo que hace necesario "que su demolición se realice a la mayor brevedad posible".
La nueva cubierta duplicará el espacio protegido –el actual apenas alcanza los 100 m² de superficie– y la altura.
INICIO DE LOS TRABAJOS EN LOS TEJARES
La licitación de este proyecto viene a coincidir en el tiempo con el inicio de los trabajos para la puesta en valor de otro importante yacimiento arqueológico local, el alfar romano de Los Tejares, cuyas obras fueron adjudicadas hace unas semanas a la empresa Construcciones Almemur SL en 347.572 euros. La actuación incluye la creación de una galería lateral que sirva de recorrido para visualizar el conjunto de alfares, así como levantar, en un nuevo edificio de una sola planta, el centro de atención de visitantes que albergará un par de salas expositivas y la zona de aseos. También está prevista con esta actuación la instalación de placas solares para dotar de iluminación al propio recinto y la construcción de un pequeño punto de control en el acceso principal.
El Ayuntamiento de Lucena afronta esta última inversión en patrimonio histórico con cargo a los fondos FEDER de la estrategia de desarrollo EDUSI 'Lucena Cohesionada' . Conforme a los plazos previstos, las obras con un periodo de ejecución de ocho meses.
El alfar romano de Los Tejares, localizado sobre una parcela de 14.775 metros cuadrados de propiedad municipal, es una de las 22 factorías documentadas que se instalaron en el actual término municipal de Lucena durante la presencia de la civilización romana en la Península desde el siglo II a.C y especialmente durante los siglos I y II d.C. Excavado en 1996 tras su hallazgo durante las obras de la estación depuradora de Lucena junto a la vía de servicio de la A-318 en dirección Puente Genil, este yacimiento arqueológico es uno de los mejores hornos romanos excavados y conservados en toda Hispania. Su estudio ha permitido explicar la forma de vida de este tipo de factorías, estratégicas en el mundo romano, no solo para la conservación de productos alimenticios (ánforas, dolia o vajilla de mesa y cocina), sino también para el sector constructivo y comercial.