Una lucentina, primera paciente cordobesa que se somete a un trasplante de médula con parte del proceso fuera del hospital
Los pacientes y sus cuidadores aseguran que es una experiencia cómoda y segura y animan a participar en esta iniciativa puesta en marcha por el Hospital Reina Sofía de Córdoba
El Hospital Universitario Reina Sofía no sólo tiene merecida fama nacional e internacional por su programa de trasplantes, sino que ahora ha demostrado estar a la última en medios y fórmulas eficaces para mejorar su especialidad. De este modo, en Córdoba se han realizado ya los dos primeros trasplantes de médula autólogos domiciliarios con bastante éxito y con una más que excelente experiencia por parte de la Unidad de Hematología, que dirige la doctora Concha Herrera, impulsora y motor de esta iniciativa.
La directora-gerente del Hospital, Valle García, ha explicado que era una proyecto muy ilusionante que tiene muchas más ventajas que inconvenientes y que desde inicios de este 2021 ha dejado de se proyecto para ser realidad. "Una nueva modalidad terapéutica asistencial con la que se viene trabajando desde hace meses por ser un proceso muy complejo y que básicamente significa que parte del proceso del trasplante de medula ósea se hace en el domicilio del paciente, lo que requiere de mucho cuidado, esmero, preparación y formación".
Entre las ventajas están la comodidad y confortabilidad tanto del paciente como de su cuidador, ya que habitualmente tienen que ingresar en una cámara de trasplante y todo ese tiempo en una casa ya no transcurre en un hospital. De igual modo, se consigue una participación más activa del paciente y del cuidador en el proceso de recuperación y se evitan engorrosas infecciones. Es esta una modalidad en la que no sólo participal Áea de Hematología, sino también Atención Primaria, el 061 o la Asociación Española Contra el Cáncer, que permite tener un domicilio cercano al Hospital para pacientes que así lo requieran.
La doctora Concha Herrera, por su parte, ha explicado que la iniciativa surgió hace un par de años, cuando se conocieron experiencias similares fuera de Andalucía, concretamente en el Hospital Clínico de Barcelona. En tierras andaluzas solo las había practicado hasta ahora el Hospital de Málaga.
El caso fue que el equipo del Reina Sofía consideró necesario trasladar la experiencia a Córdoba, así que viajó a Cataluña para empaparse del procedimiento y regresaron para transmitir sus conocimientos y formar el personal.
Según la hematología Estefanía García, hace más de cinco años se produjo un incremento de trasplantes autólogos que contaban con una estancia media tres semanas si no había complicaciones, mientras que con estas sistema se reduce a menos de siete días.
La doctora Herrera ha considerado "clave" el papel de los "supercuidadores" que en este caso han abierto el camino para otras experiencias y que han estado "en todo momento acompañados por el personal sanitario "y no han tenido problemas de sentirse solos en ningún momento".
La primera paciente que pasó por esta experiencia fue la lucentina Mercedes Rodríguez Osuna, de 60 años, que tuvo a su marido Cristóbal García como cuidador y tuvieron que acudir al piso de la AECC. En su caso, los cinco primeros días de experiencia en el Reina Sofía no fueron de su agrado, por lo que cuando le plantearon la posibilidad de experimentar con parte de la estancia fuera del centro hospitalario ni se lo pensó, con el permiso de su marido que accedió a cuidarla con mimo.
En abril pasado le empezaron los dolores y con el confinamiento el médico se limitaba a mandarle tratamiento contra el dolor, que se mantengan. Lo mismo le ocurrió en el Hospital Infanta Margarita de Cabra. Finalmente, acudió a un médico privado que en un análisis de sangre le detectó su problema y elaboró un informe para el médico de cabecera. Primero estuvo en el Hospital de Cabra y finalmente la derivaron al Reina Sofía.
"Parece como si educaran al personal sanitario para estas situaciones especiales., porque están tan bien preparados y tiene un trata tan humano que hasta me lo llegué a pasar bien con ellos", señala la mujer. "Hay un equipo de personas detrás excelente ; en ningún momento me llegue a sentir solo, porque venían dos veces al día al piso y mantengan el contacto telefónico las 24 horas, de modo que cuando ella tenía fiebre llamaba y me atendían de inmediato", asegura Cristóbal,, quien ha recomendado a las familias que utilicen este sistema al que no hay que tener miedo,"porque me sentí más respaldado de lo que yo me podía imaginar".