Varias jóvenes aseguran haber sufrido 'pinchazos' compatibles con intentos de sumisión química durante la Feria de San Francisco de Lucena
Una de las jóvenes fue atendida por Cruz Roja tras sentirse mareada mientras se encontraba en una caseta. Otras tres solicitaron un examen médico en el centro de salud, siguiendo el protocolo habitual en este tipo de casos.
La Comisaría de Policía Nacional de Lucena investiga al menos cuatro posibles intentos de sumisión química durante la pasada Feria de San Francisco.
José Pedro Moreno Víbora, edil de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Lucena, ha confirmado a este periódico que, según consta en el parte de actuaciones de los agentes que prestaron servicio en el recinto ferial durante la madrugada del sábado al domingo, cuatro chicas fueron atendidas a la salida de una caseta de baile tras haberse sentido indispuestas o mareadas, minutos después se haber notado una especie de pinchazo en brazos o piernas.
El primero de los casos se produjo en torno a las 4:00 horas. Una joven solicitó ayuda tras sentirse muy mareada y aturdida de forma repentina tras sentir un pinchazo, siendo atendida en primera instancia por personal de la caseta y policía local y más tarde por efectivos de una ambulancia de la Cruz Roja desplazada al lugar de los hechos, logrando restablecerse “tras un tiempo prudencial en observación".
Media hora más tarde otras tres jóvenes salieron también de la caseta indicando que habían sentido un pinchazo y temiendo de que tras el mismo pudiese encontrarse un intento de sumisión química. Las mismas fuentes han señalado que, a petición propia, las tres chicas fueron atendidas en el centro de salud de Lucena, al que fueron acompañadas por algunos amigos y agentes de policía, refiriendo el parte policial que todas ellas manifestaron “haber sentido un pinchazo en el brazo y encontrarse con leve malestar, siendo atendidas sin registrar complicaciones, haciéndose cargo la Policía Nacional cargo de las diligencias por posibles intentos de sumisión química"
El responsable de la empresa gestora de la caseta en la que se produjeron los hechos ha asegurado que, en todo momento se prestó asistencia y colaboración a las jóvenes afectadas, acompañándolas ante la policía e incluso realizando una inspección del espacio físico donde se encontraban e instando a los agentes al registro de dos o tres jóvenes, sin que estos pudiesen encontrar ningún elemento que les incriminara en los presuntos hechos.
AL MENOS UNA DENUNCIA PRESENTADA
Aunque desde el Gabinete de Prensa de la Policía Nacional no se ha facilitado ninguna información adicional sobre la marcha de la investigación o el número total de denuncias presentadas en relación con este caso, fuentes cercanas a la investigación han señalado que la familia de al menos una de las afectadas formalizó denuncia, indicando que la chica, de 18 años de edad, se sintió muy mareada, precisando ayuda tras haber notado un pinchazo en la pierna unos minutos antes.
Según la denuncia la joven fue acompañada al centro de salud de Lucena, donde fue atendida por los facultativos sin que conste si se le practicó algún tipo de analítica, fundamental en este tipo de casos para determinar un intento de sumisión química, debido a la rapidez con la que desaparece el rastro de las sustancias utilizadas para este tipo de prácticas delictivas.
UNA PRÁCTICA EN AUMENTO
Un informe redactado por el Instituto Nacional de Toxicología apunta que, la sumisión química es una práctica que va en aumento en nuestro país. Aunque lo más habitual había venido siendo la disolución de sustancias sedantes en la bebida, en las últimas semanas se han disparado los casos en los que se usa la táctica del pinchazo, no solo para abusar de las víctimas, sino en muchos casos para facilitar el delito de robo. Estas sustancias, de acción rápida y corta duración, provocan un estado de inconsciencia o semiinconsciencia que, a su vez, dificulta el reconocimiento del hecho y suelen desaparecer del organismo con rapidez, dificultando su detección en un análisis toxicológico posterior.
El protocolo para este tipo de casos aconseja a las víctimas avisar rápidamente a la policía o acudir a un centro sanitario y pedir un protocolo de sumisión química. Las sustancias que se aplican habitualmente son benzodiazepinas, GHB aunque hay casos con otras sustancias como la ketamina.
Los hechos denunciados han generado un importante impacto en redes sociales y una considerable preocupación entre la ciudadanía lucentina.