RUTE: Javier Córdoba y Jesús Manuel Redondo subrayan el crecimiento histórico de la devoción en Rute por la Virgen del Carmen
Los dos han compartido ponencia en la segunda de las conferencias de temática carmelitana organizadas dentro de los actos de la coronación canónica
Dos personas han compartido la segunda de las tres conferencias previas a la coronación canónica de la Virgen del Carmen. Tras la general de fray Juan Dobado, Javier Córdoba y Jesús Manuel Redondo se centraron en la historia del Carmen en Rute. Córdoba abordó desde los orígenes hasta el patronazgo de 1924. Contextualizó el final del siglo XVII, cuando llega a Rute la orden carmelita. Se sabe que en 1690 ya se oficiaban en Santa Catalina cultos a la Virgen del Carmen. El primer documento guardado data de 1697 y el cuadro más antiguo (en la Vera Cruz) se remonta a mediados del siglo XVIII. El santuario se acomete entre 1698-1700. Por esas fechas llega a Rute la talla, atribuida durante mucho tiempo a Luisa Roldán, “La Roldana”, de la escuela sevillana. Los últimos estudios, en cambio, apuntan a Granada y el círculo de Diego de Mora.
El siglo XVIII supondría la consolidación, mientras que el XIX fue de altibajos, como en el resto del país. Ya en el XX, ve una etapa de esplendor de 1915 hasta la república. Coincidiendo con el auge industrial, sobre todo del sector anisero, se edifican las casas señoriales, llega el patronazgo y en 1929 se inaugura el Parque Nuestra Señora del Carmen, “uno de los proyectos urbanísticos más grandes de Rute”. En los siguientes años mejora notablemente el patrimonio de la Virgen, “hasta entonces muy exiguo”.
A continuación, la intervención de Jesús Manuel Redondo pivotó en torno a tres hitos: el 50 y el 75 aniversario del patronazgo, y el proceso de coronación canónica. Según expuso, el fervor generado desde finales del siglo XVII se afianza a partir de 1924. Los programas de cultos y las fotos de procesiones de la época “confirman esa fe”. Ello da pie a un aumento del patrimonio, con donaciones como los mantos del Ayuntamiento (1929 y 1954), la corona de Díaz Roncero o los estandartes.
Más adelante, con las “bodas de oro” ya hubo actos de evangelización “similares a los de ahora”. Así, mencionó el triduo de febrero de 1974 en San Francisco, con la Patrona junto a la Virgen de la Cabeza. También se refirió a las procesiones extraordinarias de entonces y del 75 aniversario. La de 1999 fue por la mañana, con todas las cofradías y un altar en el Paseo Francisco Salto. Redondo incluyó una profusa documentación de fotos que evidencian esa devoción. La parte final la dedicó a resumir los tres últimos años, desde que la comisión fue recibida en 2014 por el obispo hasta obtener el decreto de coronación en septiembre pasado