En los últimos tiempos hemos vivido en Priego dos importantes procesos participativos: la elaboración y posterior promulgación del Reglamento de Presupuestos Participativos y el primer proceso real de presupuestos participativos en nuestro municipio.
Actualmente, todos los partidos democráticos enarbolan la bandera de la participación ciudadana pero, a la hora de la verdad, siempre queda la duda de la voluntad real de darle protagonismo al pueblo o bien si se trata de simple “postureo” ante los vientos que soplan . En este contexto, cabe preguntarse, si estamos ante algo que ha venido para quedarse o de una moda pasajera al estilo de los spinners. En cualquier caso, todos estamos de acuerdo en que se predica mucho y se practica poco.
La puesta en práctica se ha llevado a la política orgánica de los partidos y asociaciones. ¿Quiénes habían oído hablar de primarias en España hace cuatro años? Ahora la mayoría de partidos tienen algún tipo de proceso (el PP se resiste) para determinar sus dirigentes aunque en todos aparece la polémica y las acusaciones de manipulación interna para que los resultados sean del agrado del establishment. Por lo tanto, parece tratarse, en muchas ocasiones, de una línea tomada para contentar al propio electorado más que de una línea política adoptada por convencimiento propio de los dirigentes de los partidos.
En nuestro municipio hemos decidido dejar de hablar y empezar a practicar. De hecho, ya lo hicimos al elaborar nuestras listas electorales a través de unas primarias abiertas a todos nuestros vecinos y vecinas, lo seguimos haciendo en cada una de nuestras asambleas, las cuáles son abiertas a la participación de toda persona interesada en las mismas. En otro nivel, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Priego de Córdoba ha decidido impulsar un proceso de presupuestos participativos en Priego y sus aldeas.
Podemos encontrar diversas definiciones en publicaciones y en internet que explican sucintamente en qué consisten unos presupuestos participativos. Por ejemplo, la asociación PreparacCión, que promueve procesos de esta índole, en una guía metodológica publicada los define así:
“Los Presupuestos Participativos son una forma de participación de la ciudadanía en la gestión de nuestra ciudad, mediante la cual entre todos los vecinos y vecinas podemos participar en la elaboración del presupuesto público municipal.”
Nosotros entendemos que los presupuestos participativos son la máxima expresión de la participación ciudadana. El pleno de presupuestos suele ser el que más se prepara políticamente ya que los presupuestos marcan la línea a seguir en el Ayuntamiento a lo largo de un año limitando los gastos que se puedan acometer.
La realidad es que un porcentaje bastante alto del presupuesto lo elabora la intervención del Ayuntamiento, ya que existen multitud de gastos que tienen que consignarse sí o sí (salarios de personal, pago de suministros, compromisos de pago...) y, políticamente, el margen de actuación, si bien no podemos decir que sea reducido, es limitado. Señalamos este hecho porque uno de los objetivos de este proceso es que la gente conozca de primera mano cuál es la realidad municipal del ayuntamiento, sus posibilidades y sus limitaciones (en muchas ocasiones competenciales y causadas por las reformas de los gobiernos del PP).
Si atendemos a la definición y observamos los múltiples procesos acontecidos en nuestro país y otros municipios, podemos concluir que en cada lugar se afronta este tipo de proceso con unas peculiaridades pero que en todos hay elementos comunes como la existencia de un reglamento o de un grupo motor de vecinos.
En muchos casos se reserva una partida presupuestaria cerrada a este proceso mientras que en otros, como en Priego de Córdoba, dejamos el proceso 100% abierto a las propuestas vecinales.
Nosotros entendemos que este proceso ha de ser ciudadano y no se debe falsear la participación con fines electorales. Por ello, entendimos que debíamos abandonar el sistema de la app de otros años que limitaba y estaba completamente manipulado por el PP para implantar un procedimiento más ajeno al control de los políticos basado en la celebración de asambleas abiertas en la que toda persona que desee aportar algo a la elaboración de los Presupuestos del 2018, pueda hacerlo. Esta es la principal diferencia con la aplicación móvil que el Grupo Popular elaboró en el año 2016. Nosotros no elaboramos las propuestas, sino nuestros vecinos y vecinas ya que son ellos los que día a día comentan en las tiendas, bares, plazas... de nuestro pueblo sus necesidades. Ahora ha llegado el momento de escuchar sus peticiones y estar muy atentos a las mismas. Ya que nadie conoce mejor nuestro municipio que sus habitantes.
En primer lugar, se elaboró un Reglamento sobre este proceso, el cuál llevamos a los vecinos y vecinas de nuestra localidad. Políticamente, el reglamento fue votado en contra por el PP. Nos sorprendió el no-apoyo tras haber aprobado el año pasado la moción respectiva. Esto demuestra el talante del partido de María Luisa Ceballos que fue siempre el de incumplir la palabra dada y fueron muchas las mociones que el PP votaba a favor para luego guardarlas en un cajón. Es lícito, legítimo y respetable que el PP quiera reducir la participación ciudadana a votar cada cuatro años pero no es muy moral aprobar mociones que no pensaban cumplir, ni organizar procesos ficticios para apuntarse un tanto político en el que ni siquiera creen.
En este afán del Grupo Popular, de disminuir o erradicar la participación ciudadana, dejándola limitada a las urnas, ha encontrado algún inesperado aliado. Nos sorprende mucho, ya que se trata de personas supuestamente informadas y participativas pero que a la hora de la verdad deslegitiman cualquier proceso que no emane y controlen directamente ellos mismos.
Posteriormente, llegó la fase de Asambleas Participativas. En general, el resultado ha sido bastante satisfactorio, con una gran participación, especialmente en las aldeas, aunque es cierto que en algún barrio esta participación ha sido escasa. Algo que nos hace reflexionar sobre el tema ya que no es fácil iniciar un proceso así y requiere tiempo construir una sociedad participativa, reflexiva y crítica pero no vamos a cejar en el empeño y el resultado del primer año nos empuja a seguir impulsando este modelo.
Como auto-crítica que nos hacemos, quizás haya sido la premura en llevar a cabo los presupuestos participativos. Lamentablemente, a los vecinos de Priego no se les ha dado voz prácticamente para nada en los últimos años y hay mucho trabajo por hacer en este aspecto, más cuando recibimos a diario continuos estímulos negativos a implicarse en la política de nuestro pueblo pero estamos contentos con la respuesta general y hemos visto bastante interés en algunas de las asambleas celebradas llegando, algunas de ellas, a poder considerarse dicha participación como masiva.
Hemos empezado entre todos a andar un camino. Al principio no iba a ser fácil pero nuestra meta es que, dentro de “x” años, Priego sea un municipio implicado en la política y se mire al 2017 como la puesta de la primera semilla para haberlo logrado. Sin embargo, para conseguir este objetivo, necesitaremos la implicación de la ciudadanía y el tejido social y económico de nuestro municipio.
Tarso Genro fue alcalde de Porto Alegre en los 90 y a principios de los 2000; decía lo siguiente:
“El Alcalde de Porto Alegre decide mucho menos que cualquier otro, pero sus decisiones han sido fundadas en decisiones colectivamente articuladas y eso le hace un alcalde mucho más fuerte que los otros. Renuncia a decidir muchas cosas, pero eso amplía extraordinariamente su representación política”.
No es más fuerte quien más soporta, sino quien es capaz de “soltar”.
Fdo: Grupo Municipal Participa Priego