VÍDEO: Valores de la Subbética | Araceli Moyano, el futuro del campo en manos jóvenes
Cada domingo, SUBBÉTICAhoy tiene una cita con los premiados de la Gala Valores de la Subbética 2024, -organizada por el GDR- para acercarnos a personas cuyo ejemplo y compromiso enriquecen nuestra comarca.
En esta quinta semana, nos acercamos a Araceli Moyano, joven agricultura y reflejo de un compromiso renovado con la tierra. Criada entre olivos y con el amor por el campo arraigado en su historia familiar, ha hecho de la agricultura no solo su profesión, sino su pasión. Con manos jóvenes y espíritu incansable, demuestra que el futuro rural también habla en clave de nuevas generaciones, innovación y vocación.
Araceli Moyano, agricultora de 25 años procedente de Encinas Reales, es el rostro de una nueva generación comprometida con el campo y su riqueza. Su historia es un ejemplo de cómo las raíces familiares pueden transformarse en vocación y compromiso con el desarrollo rural.
Una generación para una generación
Desde los 18 años, Araceli ha estado inmersa en el mundo de la agricultura y la recepción de aceituna, tanto de aderezo como de almazara. Creció rodeada de olivos y aprendiendo de sus abuelos y padres el valor de la tierra. “Trabajar en el campo es una riqueza que quiero transmitir a los jóvenes de mi generación”, afirma con pasión
Espíritu incansable forjado en el campo
El trabajo de Araceli en el campo no tiene límites. Desde quitar varetas y participar en la recolección de la aceituna, hasta arrancar y plantar nuevos olivos para el futuro, su día a día combina tradición y modernidad. Incluso al volante del tractor, muestra cómo su juventud se fusiona con técnicas innovadoras, sin perder de vista el legado de sus antecesores.
El campo como elección de vida
Aunque podría haber explorado otras opciones profesionales, Araceli decidió seguir su corazón y continuar con el compromiso familiar. Para ella, el campo no es solo trabajo, es amor por la naturaleza, una fuente de riqueza y una proyección de futuro. “El campo me lo da todo, y siento la necesidad de devolverle tanto como me regala”, asegura.
Un ejemplo para jóvenes y mujeres
Araceli Moyano es un espejo donde otros jóvenes y mujeres pueden verse reflejados. Su testimonio muestra que la agricultura y el desarrollo rural no solo son una vocación profesional, sino una forma de vida que aporta sentido y conexión con la naturaleza. “Lo que vi en mi familia desde pequeña quiero compartirlo con mi generación: trabajar la tierra con amor y pasión puede ser un gran regalo.”
"El campo me lo da todo"
En sus propias palabras, Araceli define su compromiso y su visión:
- “Trabajar en el campo es una riqueza que quiero transmitir a los jóvenes.”
- “El campo me lo da todo, y siento la necesidad de devolverle tanto como me regala.”
- “Con amor y pasión, el campo es un regalo.”
Araceli Moyano es uno de esos casos en los que las nuevas generaciones demuestran que pueden encontrar en el campo no solo una profesión, sino un propósito de vida que une tradición, modernidad y un profundo respeto por la naturaleza.