La empresa lucentina Toy Planet entregaba esta semana a David Pino, padre del niño egabrense Izan –que recientemente sufrió una grave enfermedad que mermó sus capacidades motrices, despertando la solidaridad de toda la comarca– un coche eléctrico al que se han realizado distintas modificaciones para que pueda ser utilizado mediante un joistick o incluso, por sus padres, mediante una App instalada en el móvil.
El trabajo ha sido ejecutado a instancias de este establecimiento lucentino por la empresa juguetera alicantina INJUSA, que fabricó el vehículo, a través de un programa, denominado "Laia" que apoya el juego de niños con necesidades especiales. Según explicaba Yésica Jiménez, responsable de comunicación de INJUSA, el programa "Laia" recibe su nombre de una niña con acondroplasia, enfermedad que impide que brazos y piernas crezcan con normalidad, para la que fabricaron una moto eléctrica adaptada.
Desde entonces han fabricado varios vehículos adaptados, como el que ahora podrá disfrutar Izan como cualquier otro niño. Según Jiménez, se trata de una acción de responsabilidad social corporativa con la que pretenden apoyar el juego entre estos niños adaptando sus juguetes sin ningún coste adicional. La compañía afirma que continuará trabajando en el proyecto para que cualquier niño con necesidades especiales puedan conducir un juguete de manera independiente.
El caso de Izan movilizó hace unos meses a la población egabrense y de distintos puntos de la comarca, multiplicándose los actos solidarios a beneficio de este niño de apenas tres años, con la intención de contribuir a hacer su vida más fácil, una vez superada la enfermedad.
Su padre, se mostraba el pasado viernes satisfecho por poder ofrecer a Izan este juguete. Explicaba que Izan se ha recuperado totalmente de su enfermedad, pero la misma ha dejado en su cuerpo secuelas físicas que han reducido su capacidad motora. "Está en la escuela, con sus compañeros, todos se han volcado con él y es un niño feliz, nosotros trabajamos para hacerle la vida lo más fácil posible, pese a esas secuelas", afirmaba David Pino.