El color amarillo y el rojo invadieron las gradas del estadio Ciudad de Lucena durante la final por el ascenso de Primera Andaluza Córdoba entre el Atlético Palma del Río y el Egabrense, que superó a su rival por 2-1 para proclamarse campeón de la categoría y firmar así su pasaporte para la División de Honor.
Tras un primer tramo donde se impusieron las defensas, los de Fran Sedano desatascaron el encuentro desde el punto de penalti antes de la media hora. Osuna transformó la pena máxima cometida por Agustín sobre Cazu y provocó el éxtasis en su afición.
De esta forma, los de Rafa Reyes estaban obligados a marcar al menos dos goles para ganar el partido, que estuvo cerca de la igualada poco después cuando el envío cerrado de Cony se marchó pegado a un palo que minutos antes del gol presenció el testarazo de Fernando a balón parado, la principal arma amarilla durante el primer episodio.
El paso por vestuarios benefició al cuadro palmeño, que equilibró la contienda a la hora de juego con un nuevo penalti, esta vez de Kiki sobre Agustín y ejecutado por González. El tanto devolvió las esperanzas a la hinchada palmeña, que tres minutos después protestó efusivamente la doble cartulina amarilla que el árbitro mostró a Dani al considerar que golpeó al arquero rival de manera intencionada.
Aunque ambos conjuntos tuvieron en más de una ocasión el desempate en sus botas, la final derivó en una prórroga que, en caso de acabar en tablas, beneficiaba al Egabrense. Aún así, los de Cabra no especularon con el resultado y, tras varios intentos en la primera parte, Kilian encontró portería sobre la bocina con una vaselina a David que desató la locura en los suyos.
Pese a que el Palma del Río no bajó los brazos con inferioridad numérica, el resultado no varió y dio la victoria al Egabrense, que de esta forma reafirma con un ascenso su gran campaña en la que quedaron líderes tanto en la primera como en la segunda fase; toda una gesta que situará a Cabra la próxima temporada en División de Honor.
