La escultura romana del dios Mihtra vuelve a Cabra 70 años después de su hallazgo en la Villa de Fuente de las Piedras. Con motivo del cincuenta aniversario de la primera excavación en la Casa del Mitra, en las afueras de la antigua Igabrum (Cabra), el Museo Arqueológico de Córdoba ha prestado temporalmente esta escultura.
Se trata de una pieza de la colección estable del Museo provincial, que junto con la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte ha considerado la importancia de esta celebración y que se exponga temporalmente en Cabra al ser un hecho de gran relevancia en la historia de esta ciudad. La exposición Mihtra y el crepúsculo de los dioses en Hispania estará abierta al público entre el 17 de Noviembre de 2022 y el 25 de Enero de 2023.
Además, la Junta de Andalucía participará el próximo mes de diciembre en la Jornadas Mitráicas de Cabra mediante en una conferencia del director del Museo Arqueológico Municipal de Cabra, Antonio Moreno Rosa, en el Museo Arqueológico de Córdoba. En ella se tratará el descubrimiento de la villa de Fuente de las Piedras, las excavaciones antiguas y los trabajos actuales para poner en valor y hacer visitable este yacimiento.
El próximo mes de enero, la directora del Museo Arqueológico de Córdoba, M.ª Dolores Baena Alcántara, impartirá una conferencia en el Museo Arqueológico de Cabra sobre las circunstancias del hallazgo de la escultura de Mithra y el porqué de que forme parte de la colección estable de este museo de titularidad estatal gestionado por la Junta de Andalucía.
Mihtra Tauroktonos
La escultura del Mithra Tauroktonos está fechada en la segunda mitad del siglo II d.C. y se trata de un ejemplar excepcional por su talla y por ser de bulto redondo, siendo la única figura completa y en bulto redondo conocida en la Península Ibérica. Tiene 93 cm de alto, 35 cm de ancho y 96 cm de largo.
La figura representa al dios con el atuendo oriental común, al modo persa: pantalones largos ceñidos en los tobillos, túnica corta, clámide atada al cuello y gorro frigio. El joven somete al toro sujetándolo por el morro mientras hunde la daga en su cuello y gira la cabeza para mirar al Sol. De la sangre purificadora que brota del toro bebe el perro, fiel amigo de Mithra, que guarda el alma. La serpiente a los pies de Mithra produce las plantas y el alacrán devora sus testículos de los que nacen los animales y las personas.
Se trata de una divinidad oriental, cuyo culto seguramente se extiende a partir de las legiones romanas de oriente, y que en Hispania se desarrolla desde mediados del siglo II hasta finales del siglo III.
Su hallazgo se sitúa en una zona de la villa romana y se relaciona con la existencia de un mitreo o lugar donde podían celebrarse diversos actos relacionados con el culto a este dios, en los que la violencia física jugaba un papel muy destacado, considerándola un medio adecuado para curtir al individuo y estimular su capacidad de resistencia física y moral.