La Consejería de Medio Ambiente, a través de la Junta de Andalucía, ha finalizado recientemente las obras cometidas dentro del Parque Natural Sierras Subbéticas para mejorar el entorno del Picacho de Cabra.
Las actuaciones desarrolladas han consistido en la construcción de un aparcamiento para 63 plazas en el inicio del Sendero del Río Bailón que, para evitar incendios accidentales, se ha realizado una explanada con zahorra natural compactada de la misma tonalidad del entorno circundante abarcando una superficie de 5.000 m².De igual forma se ha acondicionado como segunda zona de aparcamiento aquel que ya existía, pero que no se encontraba ordenado para optimizar las plazas de aparcamiento, que ahora alcanza las 70. Parte de este aparcamiento se ha configurado para autobuses (5 plazas) y se han plantado algunas especies arbóreas para crear zonas de sombra.
Por último, se ha procedido a la conexión de este aparcamiento con el inicio del Sendero del Río Bailón de una forma segura. Mientras que antes la única forma de hacerlo era caminar durante un largo tramo por carretera, ahora se ha generado un nuevo sendero de uso público del Parque Natural Sierras Subbéticas que una el aparcamiento 1 con el Sendero de La Ermita en su último tramo conocido como Las Cruces. Esto ha supuesto en definitiva conectar ambos aparcamientos, 1 y 2, y conectar ambos senderos, así como posibilitar el incremento de visitas al Balcón de Andalucía, la ermita y el mirador sobre el polje de La Nava existente en la cima del Picacho de Cabra.
Este nuevo sendero de 583 metros de longitud, exclusivamente de uso peatonal, tiene gran relevancia porque además de las conexiones que posibilita, presenta una gran belleza paisajística y diversidad natural y botánica, pues atraviesa un arboretum que se reforestó en los años 70 del siglo XX y que hasta el momento era desconocido e impracticable. De este modo, encontraremos coníferas como pinos carrascos, cipreses comunes y cipreses de Arizona, además de especies como madroños y serbales comunes. Entre ellos destaca la presencia de varios quejigos centenarios procedentes del bosque originario.
Para este nuevo sendero, que va a denominarse El Picacho, fruto de un proceso de participación pública para su elección, se han requerido de diversas actuaciones para su adecentamiento que incluyen podas y realces en una longitud de unos 200 metros del recorrido; desbroces y apeos puntuales que han facilitado el tránsito por alguna pequeña zona; escalonado puntual en algunas zonas del recorrido y balizamiento del recorrido.