En este mes de junio se cumplirá medio siglo de la entrada en funcionamiento del embalse de Iznájar. Se cumplen cincuenta años de la construcción de esta ingente obra de ingeniería civil, situada sobre el río Genil, que ocupa tierras de las provincias de Córdoba , Málaga y Granada, con una capacidad de 981 millones de metros cúbicos que le convierten aún hoy en uno de los más grandes de España y una capacidad para producir cerca de 100 millones de kilovatios/hora anuales en su central hidroeléctrica.
Fue en el segundo tramo de la década de los 60 cuando las mejores tierras cultivables del municipio de Iznájar quedaron bajo las aguas, así como también casas, huertos, yacimientos arqueológicos, puentes… y con ello la mitad de la población, que tuvo que emigrar a distintos puntos de la geografía española.
Décadas después, el embalse de Iznájar ha supuesto un importante motor de desarrollo turístico para el municipio, contando con una playa, hotel, restaurantes, camping, albergue, piscina municipal, pistas polideportivas y siendo sede de una de las primeras estaciones naúticas de interior.
Cabe destacar la apertura en 2015 del Centro de Interpretación del Embalse de Iznájar y Escuela de la Naturaleza, un recurso didáctico, que acerca al visitante al entorno a través de su observatorio de aves, paneles y elementos interactivos, a la flora y fauna del río Genil, a su adaptación al ser convertido en un gran lago, a lo que supuso esta gran obra civil y la humanización de su cuenca. A este centro acuden escolares y turistas llegados de todos los lugares de nuestra provincia, de Andalucía y del resto de España y un importante porcentaje de turistas extranjeros. La función del centro es la de promover el conocimiento en un ambiente adecuado para el aprendizaje, la información y el entretenimiento.
Además, en 2017 se realizaron mejoras en el centro, adaptando parte del edificio para incluir una maqueta de los terrenos que quedaron inundados, desde Iznájar hasta la presa, gracias a la generosidad y el trabajo de Marcel Barti Casadevall y su esposa Anna Cordón Escobar, que donaron esta maqueta para su exposición en el Centro de Interpretación.
En 2018 se instaló un embarcadero en la zona de playa, para facilitar que las personas puedan acceder a sus embarcaciones, financiado por la Diputación Provincial de Córdoba. Además se instalaron varios paneles informativos en la playa de Valdearenas, que sirven para que los usuarios conozcan los diferentes servicios e instalaciones que existen en el paraje, así como los espacios reservados para los diferentes usos de los bañistas, vehículos o propietarios de embarcaciones.
Estas acciones, entre otras, se han llevado a cabo dentro de los objetivos generales del Plan Estratégico de Turismo Sostenible Iznájar 2025, para contribuir a la preservación y mejora de los recursos patrimoniales, naturales, culturales y paisajísticos de Iznájar.