El Ayuntamiento ha encargado a la Universidad de Granada un estudio hidrogeológico sobre el manantial del Nacimiento de Zambra. Según ha explicado el concejal de Obras, José Cantizani, el objetivo de esta iniciativa, autorizada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, es "conocer si hay agua", saber si el actual descenso del caudal se debe solo a la bajada del nivel freático del acuífero como consecuencia de la actual sequía o, por el contrario, se esta produciendo un agotamiento definitivo de esta bolsa de agua. En el caso de que el estudio lo recomiende, se llevarían a cabo las actuaciones precisas para mejorar el rendimiento de la concesión.
Cantizani indicaba que el ayuntamiento cuenta con una concesión de 63 litros por segundo en este manantial, de los actualmente no se están extrayendo ni siquiera la mitad, lo que ha provocado este año a la empresa municipal Aguas de Lucena unas pérdidas de 300.000 euros, al hacer necesario incrementar la compra de agua procedente del Pantano de Iznájar al Consorcio Provincial, situación que se prevé repetir durante el año 2018. "Este año la previsión es comprar agua por valor de 1.250.117 euros, mientras que en 2016 las compras solo alcanzaron los 895.125 euros", indicó Cantizani.
Así las cosas, Aguas de Lucena ha previsto en su presupuesto para 2018 una inversión de 192.000 euros en equipamientos para intentar optimizar el suministro desde este manantial, inversión que se suma a la de otros 287.030 euros en la mejora de equipos en la Estación Depuradora de Aguas Residuales, casi 180.000 en instrumentos de control de abastecimiento y depuración y otros 116.000 euros en la adaptación de unos locales municipales en la calle Luis Alberto de Cuenca como nueva sede de la empresa municipal a partir del mes de marzo próximo.
No se contemplan en el presupuesto actuaciones de calado sobre el sistema de conducción del agua desde el Nacimiento hasta Lucena, que discurre sobre un antiguo trazado de 22 kilómetros de longitud, que también deriva 3 litros por segundo para el abastecimiento de la pedanía ruteña de Zambra, y en el que también se estima que se pierde una parte del agua.
El manantial del Nacimiento de Zambra abastece a Lucena desde mediados del siglo XX, aunque su aportación porcentual a consumo diario de la ciudad ha ido descendiendo paulatinamente.