Dos desconcidos que cubrían sus rostros con pasamontañas, armados con palos, atracaron ayer una vivienda en la zona residencial de Huerta Luna, en la zona alta del Camino de Los Poleares, en cuyo interior se encontraban sus propietarios, un matrimonio de unos 55 años de edad.
Los atracadores forzaron la puerta de entrada, y entraron en la vivienda conscientes de que había personas en su interior, profiriendo voces y dando golpes para amedrentar a los propietarios, un hombre que en ese momento veía la televisión y una mujer que se encontraba en una dependencia contigua.
Tras amenazarles e intentar atar al hombre a un sillón, el matrimonio accedió a abrir la caja fuerte de la vivienda, de la que los atracadores sustrajeron una cantidad importante de dinero y joyas, así como los teléfonos móviles, dándose a la fuga en un vehículo sin carnet, marca Chatenet, que se encontraba estacionado en la vivienda y que también pertenece a los propietarios, no habiendo sido encontrado por los propietarios.
Tras marcharse de la vivienda, en la que reside la familia de forma habitual junto a sus hijos, ausentes en el momento del asalto, las víctimas llamaron a la policía. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron efectivos de la policía local y nacional. Esta mañana también lo ha hecho una unidad de la policía científica, para intentar recabar pistas que conduzcan a la detención de los autores de este atraco.
Fuentes familiares han indicado a este periódico que todo apunta a que los atracadores sabían de la presencia de personas en el interior del inmueble y habían planificado previamente el asalto, ante la posibilidad de hacerse con un importante botín, fruto de la recaudación del negocio familiar, al ser el miércoles el último día de trabajo de la semana.
El suceso ha sembrado nuevamente el temor entre el vecindario, que considera mínima la vigilancia policial en la zona. Algunos vecinos han indicado a este periódico que "hay semanas en las que no vemos pasar por aquí un coche de policía", y añaden que "aquí pagamos impuestos como cualquier otro vecino de Lucena y deberíamos tener los mismos derechos para sentirnos seguros en nuestras casas".