En torno a dieciséis menores extranjeros no acompañados (Mena) –en su mayoría de nacionalidad marroquí– residen desde hace unos diez días en el Centro de Acogida que la Consejería de Igualdad y Bienestar Social ha abierto en una casa de campo situada en las inmediaciones del casco urbano de Lucena.
El centro es gestionado por la fundación SAMU, que cuenta con una dilatada experiencia en las distintas modalidades de atención de menores, tanto en Unidades de Acogida Temporal de emergencia como en centros residenciales permanentes o de orientación e inserción socio-laboral.
El centro recién abierto en Lucena –al que se refieron varios concejales en el último pleno municipal a raíz de la moción de Ciudadanos sobre los Mena– está diseñado para albergar hasta 40 menores, con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años y que han llegado a nuestro país de forma irregular, sin acompañamiento de sus padres o familiares, quedando bajo la tutela del Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía.
Fuentes de la empresa que gestiona el centro han indicado a este periódico que solo realiza acogidas temporales, una vez que los menores han sido debidamente identificados y entre tanto deciden donde fijan su residencia definitivamente. Se trata de un centro en régimen abierto, del que los menores pueden entrar y salir en cualquier momento, ya que el mismo no reviste un carácter correccional. Los menores de edad que residen en el mismo no se encuentran recluidos ni han cometido ningún tipo de delito, tratándose de un mero recurso de protección al menor.
La llegada masiva de inmigrantes en pateras a las costas andaluzas en los últimos años ha multiplicado la necesidad de contar con infraestructuras como la recién creada en Lucena. La Fundación SAMU acoge actualmente a unos 600 menores que han llegado de forma clandestina a España sin la compañía de un adulto, que se distribuyen entre los 16 centros diferentes que dispone la organización, por un lado, las llamadas Unidades de Acogida Temporal de Emergencia (UATE) o centros de Atención Inmediata, y, por otro, los centros de Atención Residencial Básica (ARB). La mayoría de estos chicos proceden de Marruecos, aunque también los hay de Guinea, Senegal, Mali y Costa de Marfil.
En los siete primeros meses de 2018, unos 3.200 menas llegaron a Andalucía a través de sus costas, mil de ellos sólo en julio, frente a los 2.855 que lo hicieron en todo el año pasado, según datos del Gobierno andaluz.
La ubicación de este tipo de centros en el territorio andaluz es determinada de forma unilateral por la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, competente en la materia. No obstante, según ha podido saber este periódico, el centro fue visitado la pasada semana por miembros de la corporación municipal tras la invitación cursada por la fundación que lo gestiona.