Libros libres es el sugerente título que se ha dado al proyecto de la delegación de Educación del ayuntamiento de Lucena y la asociación Amigos de la Escuela que permitirá dotar a zonas de ocio como parques y plazas públicas de diez barrios de la ciudad –desde el centro a la periferia, incluidas las pedanías– de una suerte de pequeña biblioteca de la que cualquier ciudadano podra retirar de forma gratuita un libro para leerlo en su domicilio o depositar los ejemplares que desee para que otros vecinos puedan utilizarlos.
La primera de estas bibliotecas se ha instalado en la plaza Pemán Aramburu, en el barrio de La Calzada, donde esta mañana se presentaba por parte de la concejal de Educación, Encarnación Camacho que destacaba la importante colaboración de la empresa lucentina Bronpi, que se ha ocupado del diseño y ejecución de las estáterías metálicas con puertas correderas de cristal que albergarán los libros, preservándolos de las condiciones atmosféricas exteriores.
El proyecto, que ya existe con un formato similar en distintos países del mundo, ha tenido un coste de apenas 3.300 euros para las arcas municipales gracias a la colaboración de este firma lucentina y a la asociación Amigos de la Escuela, que aporta los libros y se ocupará del matenimiento de las bibliotecas, reponiendo los ejemplares, sustituyendo aquellos que se encuentren en mal estado y controlando el funcionamiento de las mismas, según expuso Olegario Martínez, miembro de este activo colectivo local, integrado por profesores jubilados.
Por su parte, Joaquín Pimentel, gerente de Bronpi, no ocultaba su satisfacción personal por haber podido colaborar con una iniciativa que engrandece a Lucena y viene a fomentar el hábito de la lectura entre la ciudadanía, permitiendo sacar los libros a la calle.
En cada biblioteca se puede encontrar una variada gama de publicaciones, desde cuentos o libros infantiles a manuales de corte más didáctico, clásicos de la literatura e incluso bestseller.