La normalidad preside la jornada de este lunes tras la fuerte tromba de agua que en la tarde de ayer descargó sobre la ciudad, dejando entre 50 y 60 litros por metro cuadrado –la mayor parte en apenas 20 minutos– que afectaron especialmente a la zona centro y oeste de Lucena.
El alcalde de Lucena, Juan Pérez, ha presentado esta mañana junto al concejal de Urbanismo, José Cantizani; el de Seguridad Ciudadana, Francisco Adame; y el inspector jefe de la Policía Local, Rafael Blancar, la valoración de los daños ocasionados por la tormenta.
Perez ha indicado que durante toda la noche se han mantenido activos los equipos de limpieza y a media mañana de este lunes la única vía que permanecía cerrada al tráfico rodado era el camino de la Sierrezuela, una de las zonas más afectadas, donde continuaba la retirada de piedras y barro de la calzada. En el capítulo de caminos rurales también han resultado muy afectados los de Cerro de las Puertas y
El regidor lucentino ha destacado especialmente el trabajo coordinado del dispositivo de emergencias, integrado por más de 60 efectivos, entre policía local –un total de 29 agentes participaron en las tareas de control y apoyo a los servicios operativos–; bomberos de los parques de Priego de Córdoba, Puente Genil y Montilla con un total de 8 vehículos; policía nacional y personal de los servicios de obras y carreteras del ayuntamiento de Lucena, la Diputación de Córdoba y la Junta de Andalucía.
Según ha indicado el alcalde, se produjeron alrededor de una decena de incidencias, aunque la mayoría de ellas fueron subsanadas en pocas horas.
El Arroyo el Horcajo se desbordó en dos puntos, provocando durante algunas horas el aislamiento de la pedanía de Las Navas, al quedar cortados al tráfico tanto el acceso desde Los Santos como desde la carretera de Puente Genil (CO-763), aunque a partir de las 22.00 horas ya estaba abierta de nuevo para la circulación de vehículos. La carretera del Calvario también resultó afectada por la tormenta con acumulación de agua y de barro. Asimismo, se inundaron el puente de Cabra y el camino de Torremolinos, donde se produjo el desplazamiento del muro de una empresa. También se vieron afectadas varias empresas en las zonas del puente de Cabra y Los Santos.
La acumulación de agua también ocasionó el levantamiento del asfalto en la avenida de la Guardia Civil y la calle Azalea, así como hundimientos del acerado en la calle Martín Hurtado y La Calzada.
Igualmente se produjo la inundación del puente de Córdoba, quedando un vehículo atrapado en la balsa de agua, y la rotura de la valla perimetral del parque canino.
Por su parte, varios sótanos quedaron anegados por la zona de Quiebracarretas, al igual que el patio de la Jefatura de la Policía Local y en el servicio de urgencias del Centro de Salud de Lucena, lo que obligó a derivar al hospital Infanta Margarita de Cabra a todas las personas que se dirigían a este servicio sanitario. También se hizo necesaria la evacuación preventiva de los enfermos alojados en la Casa Hogar El Sauce y de los 140 invitados a la celebración de una fiesta de Primera Comunión en la calle Los Claveles, junto al recinto ferial, que se celebraba en una nave habilitada para estos usos en la que el agua alcanzó más de medio metro de altura.
Otra de las consecuencias de la tormenta fue la caída de cornisas en la calle Jaime y la calle El Álamo o la caída de algunos árboles en el Recinto ferial.
Ante los medios de comunicación, el alcalde ha destacado que “no se han producido daños personales y los materiales no han sido cuantiosos”.