La Guardia Civil ha abierto una investigación tras una denuncia del propietario de una explotación agrícola ubicada en el término municipal de Priego de Córdoba, en uno de los márgenes de la CP-8209, sobre la tala nocturna de 57 de los 1.100 olivos que plantó el año pasado en dos parcelas de su propiedad, según han confirmado fuentes de la investigación.
Al respecto, según ha adelantado la prensa provincial, el corte de los plantones ha estado acompañado de la colocación de un cartel en el que, con letras recortadas de revistas y periódicos, se leía la siguiente frase: 'Saca tu terreno del coto o te quedas sin olivos y nada de montería', en relación a la segregación de su finca de la Sociedad de Cazadores Federada de Priego de Córdoba Coto San Nicasio.
Según el propietario de los terrenos, la Guardia Civil de Priego, tras personarse en el lugar de los hechos para fotografiar los daños, retirar los objetos dejados por los autores de los hechos denunciados y redactar las correspondientes denuncias, inició la investigación, dando parte de lo acontecido a la patrulla del Seprona del cuartel de Rute, informando al resto de cuarteles de la comarca con la intención de incrementar la vigilancia.
No obstante, el hecho ahora denunciado no es el primero que se produce en la zona, dado que, a raíz de lo ocurrido, el propietario indicaba que tras diversas gestiones realizadas, se ha tenido constancia de los hurtos de diferentes cuantías en distintas propiedades del término municipal de Priego. Asimismo, señalaba que en una de ellas fueron talados 15 plantones y 108 olivos de cuatro años en otra posterior, en la que además resultaron rajados todos los fardos utilizados para la recolección, cortando también 24 plantones en otra parcela, a cuyo propietario le rociaron con pintura negra su vehículo.
Dentro de esta serie de hechos, también ha trascendido la sustracción de objetos personales del interior de otros coches estacionados en un olivar, la inutilización por disparos de escopeta de dos placas y la caja de registros eléctricos de una instalación solar, el sellado con una puntilla del candado de una cochera perteneciente a un cazador e incluso el envío a otro propietario de una amenaza con la fotografía de una bala.
Mientras continúa la investigación iniciada por la Benemérita, el propietario del terreno afirma desconocer por completo el motivo de los hechos denunciados y la identidad de los autores, barajando distintas hipótesis.