Ana Burguillos Arenas es una mujer que ha estado muy vinculada a la Virgen del Carmen. Además, fue la pregonera de la Patrona en las pasadas fiestas carmelitanas. Ahora asume el reto de ser la presidenta de la Real Archicofradía. Será la segunda mujer que ostenta este cargo. La primera fue Dolores López Flores, fallecida el último domingo del mes de julio, coincidiendo con el Traslado de la Virgen de su ermita a la parroquia de Santa Catalina Mártir.
La nueva presidenta fue elegida en una asamblea general que tuvo lugar el pasado 19 de octubre. La asamblea se celebró en la casa de hermandad anexa al santuario de la Virgen del Carmen. Las votaciones comenzaron a las siete y media de la tarde y se prolongaron hasta pasadas las diez y media de la noche. Un total de noventa y siete hermanos ejercieron su derecho al voto. Ana Burguillos resultó elegida tras recibir noventa y tres votos a favor, dos votos en contra y dos en blanco.
Coge así el testigo de su predecesor, Leopoldo José Jiménez Roldán, que ha ocupado el cargo durante los últimos cuatro años. Su mandato ha quedado marcado por los actos preparativos y la posterior Coronación Canónica Pontificia de la Virgen del Carmen. El 28 de julio del pasado año formará parte de la historia cofrade del municipio. Burguillos afronta con ilusión y como un gran reto ponerse al frente. No obstante, cuenta con la experiencia de los últimos cuatro años en los que ha pertenecido a la anterior junta de Gobierno. De hecho, en la que preside cuenta con miembros de aquélla, personas que llevan ocho años en cargos de responsabilidad y a quienes ha agradecido su apoyo personal. También se han sumado caras nuevas y gente joven.
En total, la junta de Gobierno entrante la conforman veinte personas. Aparte de la presidenta, otras dos mujeres asumen cargos de responsabilidad. La Secretaría estará a cargo de Carmen Porras y de la Tesorería se ocupará María del Carmen Arcos. Según Ana Burguillos, los cuatro años de la anterior junta “han sido extraordinarios”. Ahora, su principal objetivo es hacerlo, como mínimo, igual. Es consciente del mucho trabajo que le queda por delante en cuanto a representación, asistencia a cultos y preparación de las próximas Fiestas Patronales.