Tras el último acto del programa inicial, la clausura del centenario del Círculo de Rute fue un homenaje a su actual presidente. Francisco Córdoba recibió el aplauso de los socios asistentes a la cena final. Justo antes, con el respaldo del Ayuntamiento, se le reconoció como el impulsor de una sociedad en horas bajas. En una velada amenizada por la Serenata Music Band, se descubrió una placa en la entrada del edificio sede del Círculo. Recordará que él lo relanzó cuando se puso al frente de la directiva en 2005. La concejala de Cultura, Ana Lazo, fue la primera en intervenir en un acto sencillo pero emotivo. Se refirió a la mención de febrero pasado por el centenario, “porque el Premio Villa de Rute lo tenía desde hace tiempo”. Según apuntó, en el Ayuntamiento han sentido “el compromiso” de apoyar una sociedad clave en la vida cultural del municipio.
A continuación, Anselmo Córdoba elogió la brillantez de Francisco Córdoba en todos los campos en los que se ha involucrado. Su trayectoria en Samafrava, empresa puntera a nivel nacional, “que garantiza empleo estable y de calidad”, sólo es comparable a la desarrollada en facetas tan dispares como la política o el fútbol. Por un lado, recordó su etapa de presidente del Rute Calidad. En esos años el fútbol ruteño llegó a su máximo nivel. Después, hizo que la Peña Barcelonista contara con una sede en propiedad. Y así llegó al Círculo, “que encontró con 22 socios y lo llevó a tener más de quinientos”.
El alcalde Antonio Ruiz se sumó a las felicitaciones y destacó “la inteligencia” de haber celebrado esta efeméride de una sociedad “sin la que Rute no hubiera sido lo mismo”. Ruiz señaló que hay personas que pasan por la vida sin ruido. Otras, en cambio, no se resignan a no dejar “una huella importante”. Francisco Córdoba lo ha hecho en el ámbito empresarial, transmitiendo a sus descendientes la misma filosofía. Después, se ha implicado en otras facetas con idéntico tesón. Por eso, dijo, merecía ser reconocido “como se hacen los homenajes de verdad, en vida” y dando las gracias “cara a cara”.
El homenajeado reconoció que cuando se recibe tanto cariño “difícilmente se puede ser objetivo”. Confesó que desde siempre ha sentido inquietudes en los terrenos más diversos. En su opinión, el logro de los quinientos socios fue lo que posibilitó la sostenibilidad del Círculo, que cree que sigue garantizada. Aplicando los patrones de empresa, se siente optimista y ve ideas suficientes para generar ingresos. Tras estas palabras, se descorrió la placa que reflejará para siempre la trascendencia de Francisco Córdoba en la historia del Círculo de Rute.