El pasado 30 de agosto fallecía en Rute, a los noventa y cuatro años, Antonia Villalba López, tras enfermar a principios de ese mismo mes. Fue entonces cuando su hija, Alfonsa Espinar Villalba, tuvo constancia de los cobros que durante el año 2014 cargó Corporación Directa de Asistencia Integral de Seguros a la cuenta bancaria de su madre.
Dicha entidad había recogido la cartera de asegurados de Corporación Europea de Asistencia Integral Seguros, S. A. Según expone, en 2014 la compañía realizó cinco cargos bancarios de carácter trimestral: uno en abril, dos en mayo, otro en agosto y uno más en octubre. Igualmente, Espinar descubrió también que “desde ese momento ya no se hicieron más cargos”. Ése fue el año, según consta en el Boletín Oficial del Estado, en el que Corporación Directa cedió a la entidad La Fe Previsora Compañía de Seguros S. A. la totalidad de las pólizas de seguros de ramos de accidentes y decesos que se encontraban vigentes a 30 de septiembre de 2014. Sin embargo, ahora todo apunta a que Antonia Villalba no llegó a ser dada de alta en la nueva entidad aseguradora.
Por tanto, Alfonsa Espinar lamenta que su madre haya fallecido y “tras toda una vida pagando la póliza, se haya visto desahuciada”. Afirma que ninguna compañía ha corrido con los gastos funerarios que se han elevado a 4.598 euros, después de estar décadas pagado su póliza. Además, sostiene que los cargos que llevó a cabo Corporación Directa en 2014 “se han realizado de forma indebida”. Curiosamente, a ella misma le ha pasado algo parecido. Espinar también cree que Corporación Directa le cobró “alguna póliza de más” en ese mismo ejercicio. Sin embargo, en su caso, desde octubre de ese año los recibos de su seguro sí pasó a cobrarlos la compañía a la que Corporación Directa había cedido su cartera de clientes, La Fe Previsora. Insiste en que su madre no recibió comunicaciones “de ningún tipo”. En cambio, ella sí fue informada por La Fe Previsora. No entiende por qué en su caso sus datos pasaron de una aseguradora a otra sin más y en el caso de su madre no.
De momento, ha hecho frente a los gastos funerarios de su madre y ha puesto el caso en manos de la Oficina del Consumidor. Espinar afirma que luchará “para que los responsables de este atropello asuman su culpa”. También se ha manifestado ante las puertas de las antiguas oficias de la compañía Corporación Directa, que se encuentran en Puente Genil. Incluso está dispuesta a denunciar si ninguna compañía asume los daños ocasionados.
Un ex-agente de Corporación Directa, José Joaquín Palos Rodríguez, ha informado de que, con fecha 14 de enero de 2015, el Consorcio de Compensación de Seguros, entidad que gestionó la cesión de carteras, le remitió un fichero de pólizas vigentes al momento de la liquidación de Corporación Directa. En dicho fichero, y en ese momento, constaba que la póliza de Antonia Villalba López estaba en vigor. Lo que ocurrió después, Palos lo desconoce.
Por tanto, el ex agente de Corporación Directa entiende que Alfonsa Espinar a quien debe solicitar ayuda es a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones que es el organismo que entre sus funciones está la de dar protección a los asegurados. Respecto a los pagos indebidos, cree que se ha podido deber a un error bancario. No obstante, entiende que ése “no es el problema”, pues si demuestra que se ha hecho algún cargo indebido se devuelve.
Por su parte, el director de La Fe Previsora con sede en Puente Genil, Ernesto Rosendo, constata que su compañía adquirió la cartera Corporación Directa en octubre de 2014. Sin embargo, asegura que según los datos que maneja, la póliza de Antonia Villalba López no pasó a la Fe Previsora.
Así las cosas, y de momento, ninguna de las compañías implicadas asume la responsabilidad de lo ocurrido.