La abogada Aurora Genovés ha analizado los casos de asesinatos machistas cometidos durante un decenio en nuestra comunidad. Ahora, está dando a conocer los resultados en la provincia, de la mano de la Diputación. En ese contexto ha llegado a Rute la conferencia “Estudio sobre los casos de muertes por violencia de género en Andalucía”. Para la concejala de Igualdad, Mónica Caracuel, es necesario conocer unos datos que no dejan de aumentar. En Córdoba hay ejemplos como las tres muertes del pasado verano, entre ellas la de Piedad Cruz en Rute. En la misma línea, Elena Vega, presidenta de la Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres, recordó que la provincia ha estado en el foco coincidiendo con la víctima número mil, registrada en 2019.
El drama se acentúa en núcleos rurales. Los casos se multiplican en los pueblos de menos de cinco mil habitantes. No en vano, la autora ha detectado que en las zonas rurales hay “factores de riesgo añadidos”. Según los casos analizados, en los núcleos de menos población o diseminados “el porcentaje de asesinatos se eleva”. De ahí que se instara a la Junta, que respaldó el estudio, a llevar más información a estos núcleos.
El estudio sólo recoge casos “consumados”. Se han analizado “uno a uno”, con las 87 sentencias disponibles en el momento de elaborarse. Admite que sería “interesante” otra investigación complementaria para ver si en los núcleos rurales también se dan más micromachismos, órdenes de protección o casos no denunciados. Lo que sí se pone de manifiesto es que hay “una horquilla de edad” donde se registran más asesinatos, entre 35 y 45 años, “que en los agresores es ligeramente más alta”. Son más frecuentes “en parejas estables, con hijos o incluso más población extranjera”.
El alcalde Antonio Ruiz coincide en que debe servir para detectar “las necesidades reales”. Cree que se está en la dirección adecuada en formación y prevención, o en el trabajo de los juzgados y las Fuerzas de Seguridad, “pero resulta insuficiente”. Por ello, hay que extremar la atención para avanzar “y sobre todo no retroceder”. En especial, avisa de los mensajes “peligrosamente ambiguos” y lamenta que falte unidad política, con partidos “que cuestionan la propia existencia de la violencia machista”.