El Padre Ángel, creador de la asociación Mensajeros de la Paz, será el Socio de Honor de la novena edición de la Ruta Subbética en Vespa, que organiza el Vespa Club Lucena.
En una nota de prensa la entidad organizadora de esta ruta ha destacado que "es el Padre Ángel un ejemplo a seguir y que lleva toda una vida subido a una moto para llegar allí donde se le necesite", poniendo de relieve así que "ha sido siempre un entusiasta motero y especialmente vespero".
Los próximos días 4 y 5 de octubre el Padre Ángel volverá a subirse a su moto para participar en esta ruta turística en Vespa por la Subbética, paraticipando así en la que es por méritos propios una de las concentraciones 'vesperas' más importantes de España.
Nacido en Mieres en 1937 este sacerdote diocesano ha trabajado durante toda su vida por los niños desfavorecidos a través de la red de hogares de Mensajeros de la Paz, diversificando más tarde el campo de acción de su organización, desarrollando proyectos de atención a muy distintos sectores vulnerables de la sociedad: mayores, diversidad funcional, mujeres víctimas de la violencia machista, población inmigrante, etc.
Hace más de dos décadas que su actividad ha traspasado las fronteras españolas para favorecer el nivel de vida de comunidades y mejorar los aspectos asistenciales de la población más desfavorecida en países en desarrollo.
En 2015, se le cedió una iglesia en el centro de Madrid, que transformó en un espacio de encuentro y acogida a esas personas que, en medio de la gran ciudad, no tienen recursos y malviven durmiendo en la calle.Este particular refugio, gestionado por Mensajeros de la Paz y abierto las 24 horas por elección del padre Ángel, ofrece gratuitamente variados servicios: aseos, wifi y enchufes, café u otras bebidas, desayunos y meriendas para más de 200 personas sin hogar al día… El templo ofrece, además, orientación sanitaria (equipo médico voluntario), consulta con abogados y otras actividades que impulsan la reinserción social de las personas excluidas, como actividades de ocio y cultura.
La labor del Padre Ángel ha sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia (1994). También en 2017 ha sido propuesto como candidato al Premio Nobel de la Paz.