Castañas, nueces, membrillos, calabazas o granadas formarían parte de un excelente bodegón otoñal. Marrones, ocres, dorados y grises tiñen la vista en una etapa del año que es crisol de estaciones. No termina de hacer frío, pero cada vez hay menos valientes que se atrevan a mantener el atuendo veraniego. Un sí, pero no, un quiero y no puedo, que acaba reflejándose en el tiempo que va a hacer en los próximos seis días, que son los que controla la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica.
Es tiempo de inicio de catarros y de prevenir la gripe, cuya campaña de vacunación comienza hoy mismo, de perder una hora de sueño inicial con el cambio de hora y un buen momento, también, para llevar a cabo ese engorroso cambio de ropa sacando de las cajas la de abrigo y devolviendo a la oscuridad bañadores y camisetas de playa.
¿El tiempo? Sí, tiene mucho que ver con todo esto. La Aemet marca para los próximos días temperaturas máximas y mínimas con menos diferencias entre ellas, donde la zona alta del mercurio se va a quedar en los 24 grados y la más baja, en los 11, con abundante presencia de nubes y hasta lluvias durante todo el fin de semana.
Esa lluvia será más intensa el sábado y domingo, con una probabilidad de precipitaciones de hasta el 90%, máximas de 20 grados y mínimas de 11, más propias del otoño. Queda por saber si este tiempo más acorde con la época del año en la que nos encontramos se mantendrá durante la semana próxima o volverá a ser flor de un día.
