La Guerra Civil española (1936-1939) fue el primer acontecimiento del siglo XX que concentró mayor interés entre la prensa internacional y en consecuencia, en ser profusamente documentado.
"Retratos de la contienda 1937" reúne un conjunto de escenas, recogidas por la fotógrafa Kati Horna, en el que resulta evidente que el propósito de la autora no fue retratar los acontecimientos bélicos sino el aspecto humano. A lo largo de dos años, 1937-1938, Horna elaboró un exhaustivo trabajo documental, hoy convertido en incuestionable legado histórico.
Se trata de un trabajo conocido desde no hace mucho tiempo, debido principalmente a que la producción de esta autora húngara de nacimiento, española por casamiento y mexicana por adopción no fue difundida entre los circuitos internacionales como habitualmente se hizo con el resto del trabajo de los reporteros/as gráficos y que afortunadamente fue adquirido en su totalidad por el Estado Español en 1983 por iniciativa y deseo expreso de la artista. En este sentido, cabe destacar como en los últimos años este material gráfico documental está siendo difundido por diversas instituciones entre el público.
Katalin Deutsch Blau (como era su apellido de soltera) nació en Budapest en el seno de una familia judía pudiente, se muda a Berlín en el 30, entra en contacto con el grupo de Bertolt Brecht y empieza a trabajar en el incipiente mundo del fotoperiodismo, hasta que el nazismo le hace huir de Alemania en el 33. A Barcelona llega a los 24 años, pocos meses después del alzamiento militar. Su cámara se detiene tanto en unos milicianos del frente como en las viudas de Málaga o las madres y niños en los pueblos. Publica muchos de sus trabajos en Umbral, una revista anarquista de la que además es editora gráfica.
En el 39, al terminar la guerra, Kati se marchó a México con el artista José Horna, del que toma su apellido. En su exilio, empezó a publicar instantáneas en cabeceras como Nosotros, Arquitectura México o Mujeres. En aquella época trabó amistad como otras aristas, como Leonora Carrington y Remedios Varo, o el arquitecto Mathias Goeritz.
Las 34 fotografías seleccionadas por la comisaria Mónica Carabias que componen la muestra nos descubren la extraordinaria calidad artística de Kati Horna y centran su atención en la mirada de esta joven apasionada y comprometida con la causa republicana a la hora de retratar los distintos aspectos de la vida diaria de la población civil y de la retaguardia. Todas estas imágenes manifiestan una intensa mirada personal y creativa que deriva de su calidad como testigo directo de la trágica realidad del conflicto y que transforma en un fragmento muy valioso de nuestra memoria.
Se podrá disfrutar de esta exposición hasta el 14 de diciembre en la Sala Albayate de la Casa de la Cultura de Almedinilla.