Si hay una fiesta totalmente atípica en la Semana Santa de la Subbética esa es sin duda la “Pascua de los Moraos”, que cada Domingo de Resurrección se celebra en Carcabuey y cuya peculiaridad le ha valido la declaración de Interés Turístico de Andalucía.
Se trata de un carnaval en plena calle, donde los participantes aprovechan para criticar, no solo los comportamientos, que son objeto de risas y comentarios, sino también aquellas actuaciones políticas que merecen la reprobación. La fina ironía popular y el ingenio de los que escriben los pregones hacen que se aborden los asuntos más peliagudos sin sufrir las consecuencias de la censura. Las murgas y los pregones se convierten así en los portavoces del sentir popular.
Se desconocen los orígenes de esta fiesta en el calendario religioso de la Semana Santa. Parece que había en Carcabuey una antiquísima cofradía de Semana Santa que, durante la cuaresma, organizaba penitencias y ayunos, y para desquitarse de tantos días de sufrimiento, organizaba a partir del domingo de resurrección pantagruélicas fiestas que duraban hasta tres días y que serían el antecedente de la Pascua de los Moraos. Precisamente, el nombre de la fiesta, puede venirle del color morado de la túnica de los penitentes que integraban aquella cofradía.
Es su consolidación en el tiempo pesó el hecho de que la prohibición de los carnavales durante el franquismo no afectara a esta fiesta porque se hacía fuera del calendario propio para ello. De esta forma mientras que en muchos pueblos se vieron privados de los carnavales, en Carcabuey persistieron, pero como «Pascua de los Moraos».
Murgas, estudiantinas, pregones, mascaras, recorren las calles de Carcabuey el domingo de resurrección en un perfecto ejercicio de autocritica colectiva, de regeneración vital de todo un pueblo a través de la ironía y el humor.
Definir lo más característico y genuino de esta tradición popular de Carcabuey es bastante difícil, sin embargo por sus propias connotaciones señalaríamos el pregón, entendido este como la proclamación irónica satírica de los acontecimientos grandes o pequeños ocurridos en Carcabuey o fuera de él y que de alguna manera, marca la actualidad de la vida del pueblo.
El pregón se pronuncia a viva voz por las calles del pueblo, el pregonero acompañado musicalmente por su charanga recorren las calles del pueblo disfrazados de algo a lo que critican en el pregón citando con suma gracia y a viva voz lo que el apuntador le dicta mientras la charanga, ameniza con música los temas.
El domingo de Resurrección en Carcabuey es un punto de encuentro para muchos habitantes no solo de la Subbética, sino de otros muchos pueblos, que vienen a vivir esta fiesta en un domingo que rompe con lo que supone la tradicional conmemoración del domingo de de Resurrección en toda Andalucía.
En la noche, con la tradicional verbena, suena la música hasta altas horas de la madrugada, completando un día lleno de diversión, jolgorio y mucha fiesta.